domingo, 30 de diciembre de 2012

Feliz Año Nuevo

Mi querida Industria Naval

          Dicen que no hay mal que dure mil años, ni mortal que lo soporte. Lo cierto es que el 2012 termina y en el ámbito de la industria naval hubo para todos los gustos. En números fríos se podrá hablar si se construyó un metro más o dos metros menos de eslora que años anteriores, pero eso es tarea de analistas políticos y economistas. Desde la subjetividad de la vereda política que se pise están los que dirán que la industria pasa un buen momento por lo acontecido en ARS o Punta Alvear. Otros dirán que la rueda apenas gira o que "antes" se ganaba en quince días lo que "hoy" no se gana en dos meses.
 
          Sin duda nuestro país necesita construir. Pero más que construir buques, necesita construir un modelo de país que incluya a la industria naval. Un modelo que empiece por la capacitación de las nuevas generaciones. Luego, que el día que formemos ese obrero naval que esté motivado a crecer, perfeccionarse y progresar. Que se valore y premie el conocimiento y la dedicación. Y el mejor premio debe ser que al final del camino, luego de una vida de trabajo, poder jubilarse dignamente y más tempranamente que en la general de los casos.
 
          Quien conoce un astillero, un muelle y un buque sabe muy bien lo sacrificado que resulta para alguien que lleva varios años a cuesta trepar una escala, saltar una murada o andar cambiando tubos de oxigeno. La realidad dice que hay que lucharla si o si hasta los 65 y después ver como remarla porque la mínima no alcanza.
 
          Es recurrente ver discursos, declaraciones y propaganda de ciertos actores hablando de "viento en popa", "industria floreciente",  "año bisagra", "polo naval" y cantidad de frases hechas que no expresan nada para el que va todos los días al muelle, como hace años abarrotado en la caja de una F100 haga frío, truene o al rayo del sol.
 
          Las fotos de traje y gomina no hablan de convenios atados a productividad en el extranjero, listas sabanas vacías, y amontonamientos para ver a quien le toca picar. Mucho menos de pseudo-cooperativas con valor horario fuera de convenio, ni hablar de ART, ropa de trabajo o indemnización por despido.
 
          Es verdad que es fácil criticar y no proponer, pero más fácil es no criticar para vender una mentira conveniente para pocos. La realidad es que en los muelles tenemos pesqueros obsoletos, importados, debidamente amortizados, inseguros y economicamente deficitarios. Pero quien le pone el cascabel al gato? Dique, lavada de cara y que tire veinte años más... Las barcazas muy lindas, sobre todo las que van para Colombia, de las que se quiebran en dos tirando su carga a la hidrovía cuando llegan a la mitad de carga: mejor no hablar.
 
          Nuestro litoral marítimo debería estar custodiado por un aparato similar a la quinta flota de los amigos del Norte y en cambio de eso tenemos una Armada desarmada (valga el juego de palabras). Pregunta retórica: ¿No es ese el motor natural para reactivar a nuestra industria naval? La mejor forma de llevar trabajo a los astilleros ociosos es que el Estado invierta en navios para PNA y la Armada. En el 2012 todo llego al colmo de males: fragata embargada, Irizar todavía en reparaciones y licitación para su reemplazo, puertos sin dragado y demás desaciertos.  Que alguien me explique: ¿porque se firman "acuerdos" donde la Argentina se pone en papel de "tierra de gauchos brutos exportadores de soja" que compran patrulleras? ¿No sabemos? ¿No podemos? ¿O no nos dejan hacer una? Aceptar como Nación un mero papel agroexportador es desperdiciar un potencial virtualmente infinito. 
 
          ¿Porque hace falta proyectos de DNU para algo tan vital y tan plural como esta industria? Antes de embarrar más la cancha, hay que definir objetivos comunes e invitar a todos los actores al escenario natural para esta discusión que es el Congreso de la Nación. Las discusiones de este año por la Demarchi son solo el botón de muestra del nivel de desinformacion de nuestra clase política. Y esperemos que sea desinformacion y no mala intencion, lo primero se va preguntando lo segundo nos deja donde estamos ahora.
 
          La industria naval fue objeto de toda la mala intención posible, porque es una herramienta de desarrollo a nivel macroeconómico de altísimo valor estratégico. Fue desarmada adrede desde sus cimientos que son los astilleros porque un país no es del todo libre ni soberano si depende de terceros para transportar o pescar o no puede patrullar y defender sus costas. No se si llegamos a una docena de astilleros en actividad en todo el país, y mejor ni hablar en que nivel productivo se encuentran.
 
           Necesitamos un criterio común a todos los sectores comprendidos, una Ley Federal de Pesca que incluya el vencimiento de cascos y plan de desguace, nuevas y mejores herramientas de financiacion, formacion de más profesionales, desarmar aquellos esquemas políticos que nos atan a recetas de estancamiento y fracaso permitiendo la importación y circulacion de artefactos importados, estrategias a largo plazo con respecto al transporte y las industrias marítimas extractivas, un marco laboral digno y acorde a la actividad donde se respete al trabajador durante el desarrollo de su vida laboral y su retiro, políticos informados y comprometidos sin dobles discursos ni intereses parciales o hasta particulares (que sabemos que los hay), una clase empresaria dispuesta a invertir aunque sea una mínima parte de sus utilidades en el sector que los hizo prósperos, y sobre todo una mirada sincera sobre nuestros errores para corregirlos si es que estamos a tiempo.
 
           Sin lugar a dudas ya el 2012 esta perdido, espero no perdamos también el 2013 y nos encuentre trabajando en bien de toda la gran familia de la Industria Naval. Salud!!
 
Cesar Briatore
          
          

sábado, 29 de diciembre de 2012

Nuevo embarque de 18 barcazas para Colombia

Más barcazas de exportación

Mientras entre los astilleros y los muelles se rumorea que el proyecto de ley para reactivar la marina mercante y la industria naval tiene cada vez menos chances de ver la luz -la misma suerte corre un desvelado DNU para reflotar la reserva de cargas- algunos grupos empresarios continúan evaluando pasos a seguir. El proyecto original, en tanto, que sufrió múltiples cambios, proponía en un principio discriminar a los holdings con mayoría accionaria extranjera de incentivos como el financiamiento.

Si bien es cierto que luego se morigeró la intención original, reemplazándola por el requisito de la reinversión local de las utilidades, el proyecto original no logró el apoyo necesario.

Uno de los astilleros que estuvo en la línea de fuego fue Astillero Punta Alvear, perteneciente al grupo naviero nacional Ultrapetrol, de los herméticos hermanos chilenos Felipe y Ricardo Menéndez Ross.

Punta Alvear cierra un año de alta productividad que lo convirtió en el astillero privado de mayor relevancia en el país. Hace 10 días concretó un nuevo embarque de 18 barcazas para graneles sólidos e hidrocarburos para un cliente de Colombia, en una exportación por 25 millones de dólares. La operación se suma a otra realizada en marzo (19 unidades por 18 millones de dólares).

"Cada una de las embarcaciones, de 16 metros de manga y 60 metros de eslora, tiene un total de 2500 metros cúbicos de capacidad y fueron construidas íntegramente con acero y mano de obra nacional. Ocho de ellas fueron diseñadas para el transporte de carga seca, especialmente graneles, y las diez restantes son barcazas tanque para el transporte de hidrocarburos y aceites vegetales. Estas embarcaciones serán transportadas hasta su destino en un buque especialmente diseñado para ello", señaló la empresa en un comunicado.

El astillero se inauguró con una inversión de US$ 50 millones hace poco más de dos años. Fabrica hoy dos barcazas por semana.

"La cifra de producción de barcazas y remolcadores desde la inauguración del astillero asciende a US$ 300 millones. Algunas de las embarcaciones fueron destinadas a la matrícula nacional, pero la mayor parte tuvo una gran demanda regional y se exportaron al Mercosur para su utilización en la hidrovía."

En un dato que no deja de ser relevante por su trascendencia, el mercado financiero tomó nota del incremento de capital de Ultrapetrol (Bahamas) Limited, a partir de un acuerdo con el fondo de inversiones Southern Cross. La operación ascendió a US$ 220 millones.

Inauguracion del nuevo comedor en ARS