martes, 14 de octubre de 2014

Nuevo proyecto oficialista para Marina Mercante e Industria Naval

El diputado nacional adelanta su estrategia parlamentaria para lograr que se trate antes de fin de año
La ley de marina mercante que impulsa Martínez Campos promete beneficios para economías regionales
“No hay claridad en cuanto a los objetos de las leyes de marina mercante e industria naval”, diagnosticó el diputado nacional por el Chaco, Gustavo Martínez Campos (Frente para la Victoria).

Precisamente por eso es que decidió impulsar por separado un proyecto para cada una de esas actividades. De hecho, ya presentó a referentes del sector el anteproyecto de ley de marina mercante elaborado junto a la Secretaría de Transporte de la Nación, que lidera Alejandro Ramos en el ámbito del Ministerio de Interior y Transporte, y al Consejo Portuario Argentino. “Es urgente sacar esta ley y voy a pelear para que salga este año porque es lo que beneficia a mi provincia”, adelantó.

El diputado nacional Gustavo Martínez Campos detalló sus proyectos de marina mercante e industria naval. Confió en que el primero podrá impulsarse en la Cámara baja antes de que finalice este año.
Desde su rol clave como secretario de la Comisión de Intereses Marítimos de la Cámara Diputados de la Nación, Martínez Campos propone la provincialización de los servicios de transporte de cargas, en coincidencia con la propuesta que la provincia ya tiene en marcha por impulso de Jorge Capitanich.


Es que el jefe de Gabinete nacional concibió hace ya cuatro años, la construcción de una flota de barcazas y empujes para transportar la producción por vía fluvial hacia los principales centros de exportación y procesamiento de la Pampa Húmeda.

Como complemento para unificar criterios y promover las herramientas adecuadas, el legislador nacional propuso la creación de un Gabinete Fluvio-marítimo, integrado por los trabajadores sindicalmente organizados, empresarios, universidades, Prefectura Naval y Marina, y el poder político (legisladores y funcionarios del Ejecutivo nacional). “Ya está conformado”, ratificó, y resaltó que esa es la forma ideal para trabajar “en función de una planificación de políticas públicas estratégicas, sustentables y sostenibles en el tiempo”.


Esa propuesta cobró impulso hace pocos días, tras la participación de Martínez Campos en el ciclo Almirante Storni que organizó la Liga Naval Argentina en Buenos Aires. Esa doble jornada fue dedicada al análisis del sector naviero argentino y de la industria naval local.

Allí expusieron Jorge Álvarez, presidente de la Cámara Naviera Argentina y de la Confederación Empresaria del Transporte (CET), por un lado, y Miguel Álvarez, secretario ejecutivo de la Cámara Santafesina de la Industria Naval (Casin) y vicepresidente de la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA). También científicos y expertos de la Armada y de Prefectura. De ellos, el diputado valoró “el nivel intelectual y de conocimientos del personal de investigación”. “Es un capital que estamos desperdiciando”, alertó.

Retoques y avance decisivo

Este miércoles, según adelantó Martínez Campos, fue confirmada una reunión con los integrantes del Consejo Portuario Argentino -un ente integrado por la mayoría de los puertos del país-, a la que también serán invitados empresarios del sector para que se expidan en forma definitiva tras oír los últimos retoques del anteproyecto de ley de marina mercante. “Estuvimos trabajando con los técnicos que me asisten en la Comisión y con dirigentes gremiales, haciendo retoques para beneficiar lo más posible a la industria nacional”, abundó.

En ese marco, el diputado no olvidó la falta de consensos que signa a estas iniciativas aún dentro del propio oficialismo, ya que el diputado Gastón Harispe (con quien también comparte espacio en la Comisión), promueve su propio proyecto para regular la actividad naval y mercante. Sin embargo, Martínez Campos explicó “las carencias y falencias” que tiene la iniciativa de su colega, “que mezcla muchas cosas”.

Por caso, la cuestión impositiva y una serie de beneficios atinentes al transporte y a la marina, que nada tienen que ver con la industria de construcción de buques. “Hay prioridades y objetivos de esta ley vinculados a lo que se busca, que es el mejoramiento de la competitividad de nuestra marina mercante, la ampliación de los volúmenes de carga e incremento de la flota para abastecer los fletes necesarios para el cabotaje nacional”, fundamentó.

En ese orden, citando fuentes de la Embajada de Paraguay, marcó que 3500 barcazas de bandera paraguaya y 261 buques de empuje circulan por la hidrovía, con un predominio arrollador del vecino país.

“El Estado argentino gastó para señalización, balizamiento y dragado 200 millones de dólares en la hidrovía Paraná-Paraguay, para que transiten por allí buques de otros países”, advirtió. Volviendo sobre la falta de consensos que tienen estas iniciativas, no sólo en el oficialismo sino también en las entidades representativas del sector mercante y naval, Martínez Campos enfatizó: “Hay que aprender a trabajar en equipo”.

Fue un claro mensaje para esos “funcionarios liberales de características personalistas”, tal como definió sin nombrar a quien conduce la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, Horacio Tettamanti, quien promueve el proyecto del diputado Harispe. “La política del ministro (Florencio) Randazzo debe respetarse desde el primero al último de los funcionarios”, sostuvo, y aclaró que la política de marina mercante “depende de la Secretaría de Transporte”

Estrategia parlamentaria

La estrategia parlamentaria de Martínez Campos ganó terreno, a partir de la conformación de ese Gabinete Fluvio-Marítimo y el trabajo conjunto con el secretario Ramos y con Sergio Borrelli, en su doble rol de presidente del Consejo Portuario Argentino e interventor de la Administración General de Puertos (AGP). No es todo, porque el anclaje con el Ejecutivo nacional está dado en los intercambios y consultas del legislador con la Jefatura de Gabinete de Ministros, a través de Sebastián Agostini, coordinador de Competitividad y Desarrollo Económico. “Él planteó algunas inquietudes que están en proceso de incorporación para la ley definitiva”, indicó Martínez Campos.

La Comisión de Intereses Marítimos que integra Martínez Campos tiene como presidente al entrerriano Julio Solanas. “Encontré en la Comisión una serie de proyectos que están absolutamente entrecruzados, involucrando cuestiones inherentes a la marina mercante y al transporte fluviomarítimo, con cuestiones de políticas tributarias, aduaneras y de economía financiera, con titulación y con la industria naval”, describió. De ahí que su propuesta sea presentar proyectos separados e independientes: uno para la marina mercante (con prioridad de presentación y tratamiento) y otro para la industria naval.

“El objeto de la marina mercante está puesto en las economías regionales y las cargas de la producción y de la industrial”, precisó, mientras vinculó a la marina mercante y al transporte fluviomarítimo con la logística de cargas que supone los distintos modos de transporte de las cargas (fluvial-portuario, ferroviario, terrestre).

En cambio, la industria naval tiene por objeto el buque para distintas actividades, desde su construcción hasta las distintas utilidades: deportivas, transporte de pasajeros o de la multiplicidad de cargas que generan las distintas economías. “¿Qué hacemos con los buques que necesita el Estado, que no están incorporados a ninguna de las leyes?”, planteó, al referirse a las embarcaciones que requieren las fuerzas de seguridad como Prefectura Naval, la Marina argentina, o los servicios petroleros que presta YPF.

“Mi idea es que las provincias tengan su propia flota de transporte fluvial, como en nuestro caso”, resaltó, en coincidencia con la iniciativa de Capitanich de proyectar inversiones para procurar al Chaco su flota de barcazas graneleras, una misión que encomendó a la Compañía Logística del Norte S.A. (Colono). “Coincido totalmente con el proyecto de provincialización de los servicios del transporte de cargas”, insistió.

Mapa invertido

En su descripción del potencial que debe explorarse, entenderse y explotarse, el diputado habló de un “mapa invertido de Argentina”. “Si damos vuelta el continente y ponemos a la Antártida hacia el norte, tenemos un territorio argentino cuatro veces mayor en superficie, porque la plataforma marina que corresponde al país es dos veces y media más grande que la zona continental”, explicó, al marcar que “allí está nuestra riqueza en minerales, petróleo, productos de pesca y gas ”.

En ese contexto, Martínez Campos insistió en la planificación de políticas públicas estratégicas, sostenibles en el tiempo, con una marina mercante “que logre tener el transporte fluviomarítimo y los proyectos portuarios que el país necesita”. Por eso subrayó la necesidad de “garantizar el transporte de nuestras economías regionales”. Esa es la forma para asegurar el valor de las producciones regionales fijado por operadores nacionales y no por extranjeros.

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