lunes, 18 de agosto de 2014

País en construcción

Opinión
LAS LEYES QUE PUEDEN CAMBIAR EL FUTURO

Parece ayer, por lo menos para un jovato como yo, cuando a principios del fecundo periodo democrático inaugurado por la presidencia del Dr. Raúl Alfonsín se instalaba el debate de la patria potestad compartida y el divorcio vincular. Haciendo una lectura simplista de aquel momento, puede decirse que la sociedad había madurado hasta el punto de haber dejado obsoleta la legislación vigente, y sin faltar un gran debate, alimentado por las voces ortodoxas y dueñas del estancamiento se avanzo en la reforma del Código Civil y en la restitución de los derechos de la mujer. Pero es mas grave aun, ambos casos tuvieron su solución legislativa unos cuarenta años antes que la versión de la democracia moderna. Lamentablemente y en forma recurrente, la dictadura cívico-militar con el apoyo de sectores conservadores y aquella iglesia relegaron por décadas los derechos de miles de argentinos. Mas recientemente la Ley de identidad de genero intenta garantizar al menos jurídicamente los derechos de otra minoría, pero llegó recién bien entrado el siglo XXI a pesar que existen casos desde tiempos inmemorables. Nuevamente al igual que en el primer ejemplo, los sectores conservadores trataron de impedir su desarrollo y concreción enarbolando banderas de hipocresía y ortodoxia recurriendo a la desinformación, menosprecio y descalificación. 

Esta introducción se justifica siempre y cuando se comprenda un principio básico: los diferentes problemas requieren diferentes soluciones pero los problemas del mismo tipo tienen soluciones del mismo tipo.


Al igual que con las leyes mencionadas, por estos días hay en debate varias leyes que afectan directamente a la actividad que nos ocupa en este espacio. Mas precisamente la Ley de Pesca y Acuicultura, Ley de Marina Mercante, Ley de Hidrocarburos y Ley de Educación. Y si bien, como reza el principio mencionado, cada ley reglamenta diferentes problemáticas todas son de un tipo muy especifico, son leyes de gran incidencia en lo estratégico ya que afectan directamente en la explotación de los recursos nacionales. Por ello deben tener un punto en común: que la explotación de esos recursos prioricen el interés nacional, bajo la mirada rectora del Estado y con una mirada profundamente social.

La Ley de Pesca y Acuicultura impulsada por el Senador "Pino" Solanas viene a reformular el sistema extractivo actual eliminando el sistema de cuotas transferibles evitando así la transferencia (mercantilizada) de cupos entre privados, caída de puestos de embarcados y la falta de inversión en los buques menos rentables. Ademas da mayor entidad al órgano administrativo pero también asignando mayor responsabilidad y poder a la hora de sancionar a aquellas empresas que violan la reglamentación. El proyecto también incluye la eliminación del dudoso Consejo Federal Pesquero y busca mecanismos que permitirían esgrimir estrategias para la distribución de las embarcaciones evitando así la concentración en pocos puertos. Ademas le da autarquía y voto al INIDEP jerarquisándolo como corresponde para promover el desarrollo pesquero. Ademas se busca impulsar el mercado interno y tal vez lo que más le preocupa a nuestro sector, la promoción de la industria naval determinando la vida útil de las embarcaciones y el retiro de aquellos buques que por inactividad o interdicción judicial estorben la normal operativa de los puertos. La integridad de este proyecto de ley sorprende dado que contempla cuestiones como la acuicultura, la pesca artesanal y el resguardo del recurso incluso mas allá de la Zona Económica Exclusiva. Este proyecto ya supero el análisis de varias comisiones y habrá que ver las posiciones que tomaran cada una de las bancas y como todo proyecto de ley es susceptible a modificaciones; claramente apunta a preservar el recurso, aumentar el consumo interno, mejorar la cadena productiva e industrias conexas, se aumenta el control del Estado pero también independiza la mirada biológica del contexto político de turno. 

La Ley de Marina Mercante es mas bien una necesidad que una realidad, y si bien es proclamada hace años por el polifacético Horacio Tettamanti y a pesar de ser impulsada por un diputado oficialista la misma es recurrentemente frizada por su escaso concenso. Al igual que en la pesca, la marina mercante viene dando señales alarmantes inmersa en la falta de inversión y las asimetrías. Lo que es peor aun es que esta ley debería articularse o ser uno de los pilares de una política a largo plazo sobre logística, puertos y comercio exterior; y la falta de una debilita el concepto de lo segundo. Irónicamente, a pesar de ser una industria por demás rentable, siempre se estancan los cambios por falta (aparente) de financiamiento. Súmese a los pesados intereses que mueve esta industria, el profundo desconocimiento que reina sobre el tema a los ajenos del sector y por supuesto la manipulación mediática que realizan los grupos concentrados al respecto. A modo de ejemplo, recomiendo pañuelo en mano leer esta Nota

La Ley de Hidrocarburos es lo que liga esta masa, es la que asegura o compromete la soberanía energética, es el primer eslabón en la cadena de costos y es demandante de logística portuaria y mano de obra calificada. Nuevamente surge la clara necesidad de la visión rectora del Estado y el fin social de las reglas del juego que deben ser claras y duraderas. Esta demás decir que los intereses electoralistas o de política partidaria o mezquindades por cuotas de poder políticas o sindicales poco pueden hacer al respecto de los intereses nacionales. Similar al desafío afrontado por Brasil tras el hallazgo de la Cuenca de Santos, hoy los argentinos tienen con Vaca Muerta un futuro promisorio siempre y cuando se hagan los pasos necesarios para semejante circunstancia. Si el mecanismo va a ser pelearse por la gema e importar cuanto artefacto sea necesario para la explotación del recurso, sin capacitar operarios y técnicos, sin aprovechar las capacidades instaladas y sin fomentar la incorporación de nuevos actores con la adecuada financiación, el resultado es previsible: Ganarán otros (Léase Los de afuera).

La nueva Ley de Educación es apenas un proyecto y hoy se encuentra en fase de difusion y análisis de consenso bajo la modalidad de foros. Pieza de un proyecto integral busca no solo la jerarquizacion del sistema educativo sino también trae consigo herramientas de financiamiento acordes a las políticas kirchneristas. Este proyecto, encabezado por el vicegobernador Gabriel Mariotto es el eje de una serie de medidas que trae aparejado la estatizacion de los puertos bonaerenses, una reserva de carga y hasta una empresa provincial encargada de las exportaciones. Nuevamente mayor participación del Estado y fines sociales.

Quien sabe que será de todos estos proyectos, mucho dependerá del resultado de las PASO próximas a realizarse y finalmente en lo que estemos pensando a la hora de visitar el cuarto oscuro. Lo que es seguro que la legislación llega tarde a las necesidades y no puede vislumbrarse un futuro sin realizar cambios a corto plazo. Mientras tanto seguimos en un país en vías de construcción.

Cesar Briatore

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