lunes, 8 de abril de 2013

Iliquidez en Pescanova - Mundo globalizado y efecto domino

Crisis en España repercute en todo el mundo
El delicado equilibrio de las economías regionales ante el comercio internacional.

     En un mundo globalizado, plagado de multinacionales, leyes quebrantables a intereses foráneos y voluntades mercantilizadas no creo que a nadie se le ocurra preguntar: ¿Y que me importa a mi lo que pase del otro lado del charco?

     Resulta que importa y mucho, porque como decía Pancho Ibañez: "Todo tiene que ver con todo" y si bien mi interés es la fabricación de artefactos navales resulta que el panorama no es muy alentador. La industria naval es más que reparación de pesqueros, pero en la Argentina difícilmente encontremos mucho más que eso a excepción de la construcción de barcazas sobre todo de mano de las mismas empresas de transporte que las utilizan.


     Cuando digo artefactos navales, es porque a un obrero naval le da lo mismo reparar un pesquero o fabricar un pontón, un remolcador, una draga, boyas petroleras, catamaranes de paseo, lanchas deportivas o patrullas multipropósito; pero a un astillero no puede darle lo mismo ya que el mercado de las reparaciones no puede compararse al valor agregado de una construcción nueva, mas allá de quien construya. 

     El mercado de las reparaciones esta íntimamente ligado a alargar la vida útil de una embarcación vendiendo horas hombre, en cambio las construcciones nuevas tienen el plus del valor agregado sobre la materia prima, donde un montón de chapa pasa a ser una herramienta de trabajo, un bien de uso y muchas veces pilar patrimonial de una empresa.


     El potencial de la mano de obra naval argentina nadie la puede poner en duda, en condiciones precarias, sin tecnología, con muy escasa (por no decir nula) inversión en la capacitación , herramientas obsoletas y mucho oficio se puede dar muestras de alto nivel de profesionalismo en construcciones navales de todo tipo. Sobran los ejemplos que van desde las construcciones emblemáticas de Astillero Río Santiago, los pesqueros llevados a cabo por Sanym y astilleros en Mar del Plata hasta las reparaciones "duras" realizadas en Comodoro Rivadavia y Ushuaia por nombrar solo algunas.



     Todo ese potencial esta malogrado en políticas perezosas y esquivas a la promoción de esta industria, y todo el aparato empresarial al servicio de la industria pesquera hoy debe lamentar semejante especialización. Las empresas y talleres navales que han dedicado sus esfuerzos a consolidar su clientela sobre empresas pesqueras no vislumbraron nunca el panorama actual.



        El esquema de empresas mixtas gozaron de una larga primavera y vaya Dios a saber si volverán esos momentos de euforia para reparar antes que se largue la temporada, lo cierto es que muchos talleres navales hoy no conocen otra cosa que remendar pesqueros podridos e importados. El coletazo va a salpicar a mas de uno y no todo es color de rosa con las transnacionales ya que de la mano de empresas muy productivas muchos se subieron a burbujas y de ahí se baja cayendo. ¿Quien puede de manera racional explicar el hecho que una empresa que factura millones llegue a un punto de iliquidez?



     Asi de ridicula es la noticia que sale publicada hoy en Faro de Vigo donde dice:
El futuro de la multinacional pesquera 
Pescanova justifica el preconcurso de Pescafina para renegociar la deuda ante la falta de liquidez
La multinacional quiere protegerse frente a los acreedores financieros y comerciales para que su filial siga operando con normalidad - Esta compañía es una 'trader', que compra y vende dentro y fuera del grupo
08.04.2013 | 11:26
LARA GRAÑA - VIGO Las tensiones de liquidez agrietan las paredes de Pescanova más allá de la sede central de Chapela. Es lo que ha sucedido con su filial Pescafina Sociedad Anónima, en la que la multinacional gallega tomó el control en el año 2000, y para la cual ha solicitado el preconcurso de acreedores, como avanzó ayer FARO en exclusiva. Según pudo confirmar este diario en fuentes de toda solvencia, la compañía que preside Manuel Fernández de Sousa-Faro decidió dar este paso para poder renegociar la deuda con acreedores financieros y comerciales ante la falta de liquidez. Un problema que golpeó en la frente de la matriz y que se ha expandido a su filial más importante, que registró unas ventas por más de 660 millones de euros en 2012. Las propias características de Pescafina, que es una compañía trader (compra y vende activos dentro y fuera del grupo gallego), hacen que la petición de preconcurso (artículo 5 bis de la Ley Concursal) sea un caso excepcional y no aplicable a otras filiales, según explicaron desde el entorno de Pescanova.
....
Buenos datos en 2012
A partir de ahora la compañía renegociará su deuda -cuya cuantía no ha podido determinar este diario- con los acreedores, a los cuales previsiblemente les plantee un convenio de adhesión de modo que solvente las tensiones de tesorería y pueda lograr, como intentó la matriz antes de pedir suspensión de pagos, un préstamo urgente de liquidez por parte de la banca. Como explicó ayer FARO, la dimensión de Pescafina se hace evidente si se tiene en cuenta que su volumen de ventas representó el 30% de la facturación del Grupo Pescanova en 2011, cuando esta filial registró ventas por 504,25 millones y la multinacional hizo lo propio por 1.671 millones de euros. Se da la paradoja, además, que Pescafina incrementó sus ventas de forma notable entre 2011 y 2012, momento en que las cuentas han hecho claudicar a la cuarta pesquera del mundo. Entre ambos años su facturación se incrementó un 31,15%, de acuerdo con los datos de la propia empresa. La comercialización crustáceos fue la más importante, con un 55,7% del total, seguida de los cefalópodos, pescado congelado, precocinados y moluscos.
Además de los productos de Pescanova, Pescafina comercializa otras siete marcas. Son Riazor (que la ahora filial del grupo gallego compró en 1994), Islamar (tanto congelados como precocinados), Caribbean Queen (marca de Caribex, con la que Pescafina firmó un acuerdo en 1997), Cornapesa (una de las principales exportadoras de pescado y marisco de Argentina), Minnan Aquatic (gracias a una joint venture con esta compañía), Galpeche y Ortegal (venta de rape del Gran Sol) y Prentosa (productos asiáticos, sobre todo langostinos y filete de panga).

       Hay entre nosotros escépticos e ilusos, que podrán opinar que esto no repercute en las economías regionales. El tiempo lo dirá. El único alivio de todo esto es que siempre que llovió paró y que si bien hay un alto porcentaje de nuestra industria que esta volcada hoy por hoy a las reparaciones navales de la industria pesquera, los obreros navales sabemos fabricar buques de gran porte, remolcadores, patrulleras y cantidad de artefactos más. Será momento de buscar esos mercados y traer vida a los astilleros antes que el oficio pase al olvido.

Cesar Briatore
Sindicato de la Actividad Naval Mar del Plata


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