martes, 21 de mayo de 2013

Reparación del Irizar: Denuncias y Lobby Neoliberal

OPINION: La discusión del modelo

Esta ultima semana, se ha difundido en tono trágico el alto costo de la reparación del rompehielos Irízar luego del lamentable suceso de abril del 2007. Dicha noticia provocó un ida y vuelta de aseveraciones desde la oposición y los funcionarios a cargo que terminó por desnudar la más intima fibra de cada uno de los actores intervinientes. Hay que destacar que el monto de la reparación se conocía desde el 2008 y se encuentra encuadrado bajo el presupuesto. 

La conflictividad mediática a que estamos expuestos como sociedad nos ha hecho adquirir cierta gimnasia a la hora de escuchar, atendiendo no solo el mensaje sino el emisor, poniendo especial cuidado en los intereses manifiestos de este.

No es ninguna novedad el acotar que todo se enmarca en el contexto de una interminable seguidilla de denuncias y escándalos con tinte político  donde por otro lado la actitud  del gobierno es tildar toda critica como parte de un gran plan desestabilizante, destituyente y atado a intereses macroeconómicos.

Y no es paranoia, realmente es evidente que está en marcha un programa de acción destituyente y desde hace tiempo existe una puja  de intereses que busca la aniquilación del adversario. Esa pulseada a matar o morir no tiene otro origen que la insalvable diferencia de criterios a la hora de pensar el futuro. La discusión de fondo es el modelo económico, mal llamado modelo a secas.
"las cosas son por su naturaleza y no por el nombre que se les dé" J.W.Cooke
La mecánica es simple y evidente. Presenciamos una lucha por puntos donde la cantidad de golpes importa más que la fuerza. Se pretende denunciar con una sumatoria de dudosas pruebas, fotocopias fotoshopeadas y declaraciones contradictorias, siempre de la mano de periodistas tendenciosos, muy abiertamente intencionados y evidentemente financiados. Un show de oraciones recargadas de potenciales en prime-time con la intensión de reformular las políticas económicas sobre recetas fallidas, por lo menos desde la visión de los trabajadores.

En la edición digital de La Nación, bajo el titulo de Irizar: ya se gasto el equivalente a cuatro rompehielos, se hace hincapié en la magnitud del gasto. En sintonía con la mayoría de las noticias de esa linea editorial, se pasa por alto varios puntos en el afán de intensificar el sentido del mensaje. Lo primero y muy grotesco es el concepto de calificar la inversión necesaria en la recuperación del buque como un gasto. Tecnicismo contable.

Se llego al ridículo punto de cuestionar mediaticamente ¿Para que gastar en mantener una base en Antártida? . Cuando vieron que eso no impactaba como se esperaba, se bajó la idea de ¿Como es posible que se deje en situacion de abandono a nuestros compatriotas? Eso prendió y vendió. Ahora el plan C; intentan por la parte presupuestaria.

Al margen de la magnitud de la reparación y los demorados tiempos de ejecución, se debe hacer la salvedad que dichos fondos fueron volcados en un astillero nacional, con mano de obra nacional, para comprar en su gran mayoría materiales y consumibles nacionales, lo que deviene en una forma de reactivar nuestra industria naval y vinculadas anexas. 

Lo grosero del autor es reconocer en el desarrollo de la nota que lo invertido alcanza los 491 millones de pesos. Y es grosero porque dicha suma está por debajo del presupuesto anunciado en el 2008, por ese mismo medio, donde se hablaba de $500M.

Dejando de lado lo grosero, paso a lo ofensivo. Lo ofensivo es la solución propuesta. Este muchacho, Mariano de Vedia, que subtitula "Rumbo a la incertidumbre","Malestar con Puricelli" propone como solución a toda su argumentación la compra de uno o más bien cuatro rompehielos usados (en buenas condiciones) en el mercado internacional. No el desguace y nueva construcción de otro más moderno, no la racionalización del gasto o el financiamiento de algún modo. Tanto decir para solo decir que le gustaría importar buques. Solo faltó decir que los cálculos se los hizo Domingo Cavallo.

No; solo se le ocurrió eso. La solución acorde con la linea política de ese medio, concordante con un mensaje ultrarepetido, en una completa sintonía con el discurso destituyente por delante y la politica neoliberal por detrás.

El camino


Los trabajadores buscan más y mejores condiciones. Eternos inconformistas que saben que el esfuerzo puede rendir mejores frutos, les huele feo esas comparaciones como la del Sr. Mariano que coteja las ventajas de comprar barcos hechos en el extranjero contra la dignísima tarea de restaurar lo nuestro. Lento y caro, pero con nuestra mano de obra. Sin sacar un dólar del país.


El problema de fondo no es cuanto cuesta la reparación. Ésta vino como consecuencia a un hecho fortuito. De no haber incendio no habría reparación. Lo que preocupa son las soluciones propuestas por conciudadanos que opinan que si lo nacional es caro es descartable. 

Desde ya hubiese sido preferible terminar el Irizar para  la campaña 2012 como estaba previsto, hubiese sido mejor poseer una flota propia de respaldo y no licitar el Timca, también hubiese sido mejor no tener que importar trenes de China o no tener que convocar a Jan de Nul cada vez que hay que mantener los puertos nacionales en condiciones.

Lo que falta y lo que no le conviene a los trabajadores está a la vista. Solamente les encargo, aunque sé que no leen mucho ese diario, que se cuiden de los tipos que pujan mediáticamente espacios para filtrar recetas que ya nos llevaron al fracaso.

La flota mercante fue desmantelada utilizando artilugios legales que hoy siguen vigentes, la flota pesquera sigue haciendo malabares para cumplir con el SOLAS. Ello a bordo de buques obsoletos, importados, amortizados, antieconómicos y peligrosos. Nuestra Armada y PNA no tienen las herramientas necesarias para patrullar todo nuestro litoral. Procuremos que la solución a todas esas falencias no sea traer buques del mercado internacional. 

Simplemente reparar y construir en nuestro país.

Cesar Briatore
Secretario Finanzas SANAM

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